"Me impresionó enormemente el personal de emergencia del hospital y su trabajo para salvar vidas", dijo Mary Manilla, después de una visita a la sala de emergencias.
"No eres solo un número. Te cuidarán sin importar lo que cueste".
Manilla dice que su primera experiencia con el departamento de emergencias fue cuando llevó a una amiga allí para que la atendiera. Estaba tan impresionada por cómo fue tratada su amiga que fue el primer lugar en el que pensó cuando de repente comenzó a experimentar dificultad para respirar relacionada con el asma.
"Fue increíble", dice sobre la atención de emergencia que recibió. "Me llevaron de regreso, un médico estaba allí".
Ella recuerda que inmediatamente administraron un tratamiento de respiración para resolver sus síntomas, y luego siguieron con pruebas para asegurarse de que todo estuviera bien. “No corrieron el riesgo de que fuera solo un problema respiratorio. Incluso tomaron radiografías ”, dice ella. "Eran tan eficientes, tan atentos".
Lo que quizás destacó más no fue solo cómo el personal la cuidó, sino cómo cuidaron a todos los pacientes que estaban allí ese día, dice Manilla.
"Observé cómo las enfermeras, los médicos, las máquinas y los equipos trabajaban rápidamente, pero en silencio, donde se necesitaban", dice ella. “No hubo gritos ni histeria, solo una atmósfera de profesionalismo y preocupación. Incluso mientras ayudan a otros en diferentes niveles de angustia, el personal del hospital aquí es hábil y profesional ”.
Manilla señala que la compasión y el alto nivel de atención que ha observado en Lakewood Ranch se extiende más allá de la sala de emergencias. Allí se sometió a una cirugía de reemplazo de rodilla y recibió "una atención tan excelente" que prometió ir allí para cualquier necesidad médica. "Se lo recomiendo a todos los que hablan conmigo sobre una dolencia", dice ella. "Tengo total confianza, si algo sucede Lakewood Ranch es mi hospital de por vida".